No se hasta que punto puede esto ser leído y comprendido por otras personas, aún así me comprometí a contar como sería esta experiencia y allí voy ahora mismo. Indicaros que en el momento en que escribo estas líneas soy sólo carne y sangre, estoy vacío por dentro, la droga me ha drenado de alimentos, mi mente está muy despierta y mis pensamientos son muy claros.
Llegue a la toma en “Molino de la Hoz” pasadas las diez y media de la noche, la toma no empezó hasta las doce y media. En la casa reinaba un aire ingenuo, infantil, me reconocí en terreno ajeno, pues la mentalidad de las personas que me acogía se encontraba en un lugar al que yo no tenía acceso. El salón donde se desarrollaría la experiencia era amplio, completamente ocupado por colchonetas, parecía el dormitorio de un gran hermano Hippy.
No conocí a Alberto Varela hasta momentos antes de la primera toma de Yaje, pase el tiempo jugando con los hijos de otras personas que estaban en la casa y conocí a María, que me explicó todo el proceso de creación de yaje.
El yaje es una liana amazónica, un tronco grueso y duro, conocido por los chamanes como el cordón del alma. Estos lo trituran y mezclan con otras hierbas, cada chamán tiene su propia receta con sus propios efectos. Tras unos 20 minutos de su ingesta (es como toma un chupito de fango espero y agrio) produce nauseas, vómitos y diarreas, que van acompañadas por sensaciones alucinógenas, introspectivas, visiones interiores, recuerdos atrofiados, epifanías y solución de conflictos internos.
Ahora os hablaré de Alberto Varela. La verdad es que visualmente no me transmitió demasiada confianza, se trataba de un gurú de la nueva era, que rezumaba vanidad y que rodeado con se equipo casi exclusivo de mujeres (por cierto, magníficas hadas y cuidadores, tremendamente cariñosas), parecía el malo italiano de una peli de James Bond de los 70… aún así eso es sólo una apreciación exterior, pues la verdad es que en su discurso y sus comentarios, no encontré falla alguna, nos escudriñó, analizó y mondo nuestra corteza con precisión cirujana. Algunas cosas no llegaron a cuadrarme del todo, existía un componente casi de tele tienda, algo comercial que no terminaba de encajar en el puzzle, no obstante me sentí confortable confiado y me entregué a la experiencia.
Tras la ingesta pase un tiempo sentado reflexionando, esperando el malestar “¿es esto en comienzo del mal?... No es sólo un tirón del cuello…” de pronto al cerrar los ojos una línea luminosa me dibuja un cuadradito, me deja verlo un segundo y de pronto dibuja otros dos más en su interior, y estos otros 4 más… otras luces, tímidas, hacen lo propio en todo mi espacio visual, la trama se complica y se complica, y es tremendamente hermosa… Abro los ojos y desaparecen. Cierro los ojos y comienza lo que llamaría “La locura del zigzag azteca” Infinidad de tramas, fractales se dibujan y desaparecen, todas ellas iridiscentes, hermosas, complejas, mandalas. Somos electricidad, luces, un enorme microchip de éter. Mi vista empieza a crecer en resolución, y comienzo a tener un diálogo con la fuerza que me muestra estás imágenes. Me invita a entrar el las tramas, pero la saturación de líneas y formas es tal que me hace abrir los ojos lleno de vértigo. Estos vértigos van creciendo en intensidad, se transforma en nauseas, es el peaje por entrar y quiera o no lo voy a pagar, entonces vomito.
Mi mente es una casa que ahora tiene 2 plantas, en la planta baja estamos todos, vomitando, riendo, llorando, escuchando la música… en la planta superior esta este deleite onírico, un diálogo lleno de ideas y formas. Subo y bajo de una planta a otra a capricho. Mi mente no deja de ser consciente y racional en ningún momento, es como si la planta baja estuviese también un poco en la alta, pero no al revés.
Alberto comienza a tocar la guitarra, veo, en la planta superior, una compleja trama, vuelo hasta ella, está formada por tramas iguales pero más pequeñas y estas a su vez por otras más pequeñas aún, en un extremo hay una con más relieve y color más oscuro. “ESTE ERES TÚ”, me indica, “AHORA VAMOS A QUITAR LA COSTRA PARA QUE ENTRES EN LA TRAMA”. Yo me tumbo, mi cabeza es un lienzo lleno de colores dibujos y tipografías, veo palabras, consciente e inconscientemente las digo en voz alta “peras, color, letras, aro, aso, bueno, árbol” Las posibilidades creativas con tremendas. Esto es un encuentro en la tercera fase, se me está mostrando una traducción de palabras al lenguaje eléctrico.
Ahora el sonido empieza a transformarse, ya no llega por mis orejas, ahora suena directamente en el centro de mí, es como si tuviese un altavoz en mis pulmones, todo es música y color. Sigo con los ojos cerrados, pero como un murciélago percibo a la gente a mí alrededor… Mis hadas cuidadoras dejan una estela agradable al pasar a mi lado, el sonido me inflama y transporta, vamos que estoy flipando….
Para la música. Se aparece ante mí el chamán preparando la mezcla, no le veo la cara pues es sólo su silueta, pero es alguien muy mayor, con plumas en la cabeza y voz ronca. Empieza el viaje a la introspección. La música vuelve a sonar pero en el lienzo ahora aparezco yo, pero no yo en persona, sino “YO” escrito en letras, un 3d extrusionado, cromado, hermoso. La imagen muestra como ese yo vive de la aprobación de los demás, de cómo me doy para recibir cariño amistad, deseo, calor. La alucinación no dice que no necesito nada de eso, pues soy YO, y soy lo más importante, hermoso y grande, y además (chúpate esa) soy DIOS, jajaja.
Ahora viene mi familia, invito a mis padres a aparecer, son traducidos a un montón de letras y colores, son tramas intensas, siento muchísimo cariño por ellos, también admiración profesional, son artistas y son YO. Les doy la gracias y les quiero, luego vienen mis abuelos (curiosamente mi abuela Paquita, que aún vive es la única que no logro ver), a mi abuela Amparo la doy un beso, a mi abuelo Clemente de pido perdón y le cuento cosas, y a mi abuelo Pepe lo saludo cariñosamente.
Aparece Carlos (esto por ahora me lo guardo) Y después mis amigos, mis compañeros, gente de ahora, algunos de antes, quien mi hizo daño y quien me hizo bien. Aparece Lourdes, mi antigua terapeuta, veo algunas cosas que nos quedaron por colocar. Siento mucho cariño y amor por mis amigos. La vida me abraza. Alberto me pregunta si quiero hacer una segunda toma, lo sopeso y finalmente le digo que sí.
Nada más notar el repugnante sabor bajar por mi garganta me pongo enfermo, se dibuja en mi cabeza algo negro, pesado, caliente, viscoso y más caliente, es el Odio y es más repugnante aún que el propio yaje (creedme que eso es difícil) Lo quiero sacar de mi y vomito violentamente, Las alucinaciones y los conocimientos siguen apareciendo, pero ahora son más febriles y concéntricos, se centran principalmente en aspectos sobre mi creatividad y mi vida laboral. Trato de ver si sería capaz de reproducir lo que veo con mis herramientas, intento recordar cosas que veo para aplicarlas en el futuro (lo he olvidado casi todo, al menos en el plano consciente, jajaja)
Empieza la revisión de mi vida, todo es hermoso, tengo una infancia bonita (gracias de nuevo a mis padres y hermanos) pero también serios problemas en el colegio, problemas que me he callado mucho, siento deseos de venganza, de odio, humillación, dolor vergüenza… pesan mucho, no los quiero conmigo, son negros y espesos, y no los soporto, lucho por expulsarlos, es como un parto malformado que sale por mi boca y que observo con victoria al fondo de la bolsa. “Te gané!”.
Más música, alucinaciones, adolescencia y edad adulta, veo como crezco, veo como exploro mi sexualidad, mis complejos de inferioridad, los de superioridad, los desengaños, mis mentiras (soy muy mentirosillo), mis verdades (me suceden cosas extraordinarias que muchos toman por las mentiras anteriores), los abusos de confianza, las humillaciones sentimentales, todo esto también va fuera.
Ya sólo noto una pizca de Yaje en mi cuerpo, es como un dedal, pero no se que es… Lo quiero fuera, pero no se que es… Descubro que es la sexualidad, el gusto por la excitación, la gula, el egoísmo, (jajaja hasta el puto Internet). Es desagradable y no lo quiero, pero mi mente no quiere vomitarlo “No es justo, hay cosas muy buenas en esto, no quiero perderlas” “O LO HECHAS TODO O SEGUIRÁ DOLIENDOTE Y MOLESTANDO” “Espera, déjame que te explique, hay cosas buenas aquí, partamos un poco la tarta”… Pero fue imposible, no lo vomité.
Seguía existiendo placer, pero estaba manchado, todo tenía un componente enfermizo al menos en un pequeño grado, estaba agotado, extenuado (el día anterior a la toma había sufrido una indigestión nocturna y un desmayo, y del dolor del golpe, llevaba más de 48 horas sin dormir.)
Pero el yaje no te deja dormir sin expulsarlo, yo no querría sacarlo, así que entré en una eternidad de pensamientos recurrentes, trabajos y trabajos de los trabajos, y trabajos de los trabajos… Preguntaba sobre cosas a la máquina, pero las respuestas eran confusas, Los minutos no pasaban y temí quedarme atrapado allí para siempre… Así permanecí toda una vida hasta que llego la mañana.
Hicimos una puesta en común, cada uno contaba como era su experiencia, hubo de todo, 2 personas se quedaron únicamente en el vómito y nada más. Las parejas se mostraron amor y rechazo a la vez, vi situaciones muy duras, respuestas dolorosas. Alberto eficazmente dialogaba y desmenuzada, pilotaba la dinámica con autentica maestría. Sus acompañantes femeninas no se quedaban atrás, con pequeñas frases diseccionaban pensamientos y temores. Había cariño, respeto, y la conexión especial que se tiene entre personas que han compartido una experiencia singular”
A título personal tengo que decir que esta experiencia ha sido magnífica, un regalo que he hecho a mi mismo, un baño de YO. Me siento en calma, relajado, centrado como nunca, delgado (yo creo que he perdido como 3 kilos de golpe) y bonito.
Eso sí, soy consciente de la enorme suerte que he tenido, no aquí sólo, sino en la vida. No creo que pudiese pasar por otra toma en mucho tiempo o en toda la vida. Pero creo que como en el ajedrez se me han mostrado variantes y aperturas que ahora esta en mi mano estudiarlas y vivirlas.
Gracias Rey Gurú y chicas Bond. No os toméis a mal mis críticas pues viene desde el cariño y es respeto.
Jesús